Hoy iniciamos esta serie de
artículos, escritos y notas que persiguen llevar al ánimo y al conocimiento de
nuestros queridos lectores algunas conceptualizaciones referidas a la cultura
de defensa, tan necesaria para toda nuestra ciudadanía. Pero antes, estimo
necesario que nos pongamos a tono con algunos conceptos que son la base para
formarnos una concepción acerca de nuestro tema.
Conceptos Utilizados:
Seguridad:
Al hurgar en algunos diccionarios, nos encontramos con definiciones
etimológicas de las cuales nos decantamos por la del Pequeño Larousse que
afirma que proviene del latín securitas y se adjetiva con el vocablo
securus, que se refiere a la
condición de vivir sin temor o despreocupado. Tradicionalmente, el término ha
venido a tornarse problemático y ha traído dificultad para el acuerdo de su
aceptación tanto en lo nacional como en lo internacional. En un sentido clásico,
doctrinal y amplio, el vocablo Seguridad, por un lado indica la ausencia de
riesgos y amenazas, en el ámbito nacional o internacional, en todo aquello que
el Estado considera indispensable defender. Por otro lado, indica presencia de
confianza para la vida y la convivencia, certidumbre de un futuro estable y
feliz. Sin embargo, la Seguridad se advierte tanto como una condición, estado
de ánimo, sensación o cualidad intangible; al igual que como acción, que se
verifica en las actividades que se llevan a cabo para conseguir tal condición.[1]
Los últimos paradigmas la catalogan
como “Una necesidad humana fundamental;
es un derecho de las personas y una obligación de los estados.” Al
respecto, se recuerda que según la Pirámide de Maslow, en la cual se colocan
las necesidades humanas priorizándolas a partir de la base de tal estructura,
la seguridad ocupa el segundo nivel de las prioridades, luego de las
necesidades fisiológicas; a las necesidades de seguridad le siguen las
necesidades sociales.
Seguridad Nacional:
Este concepto de nacional, surge por el objeto referente que tradicionalmente
ha sido el Estado. Este último, ha sido desde su aparición, el responsable de
proporcionar las condiciones en las cuales los ciudadanos se sientan seguros y
protegidos. Según George F. Kennan (1948), conocido por ser el autor de la
doctrina de la contención, y una figura clave de la Guerra Fría, la Seguridad
Nacional es “La capacidad continuada de
un país para proseguir el desarrollo de su vida interna sin interferencia
seria, o amenaza de interferencia de potencias extranjeras”.
La concepción sobre la seguridad ha dado un giro
perceptible en los últimos años. Más bien podemos decir que se ha venido
ampliando por el hecho de que se ha tenido que incorporar a las llamadas nuevas amenazas o amenazas no
tradicionales. Las nuevas concepciones se tornan mas al tanto de a quien va
dirigida la seguridad, o mas bien a quien se protege, llegando a diferenciar
quien es el beneficiario final de las acciones de seguridad, si es el individuo
o el Estado. En este sentido, en los últimos años se proponen nuevas dimensiones
de la seguridad.
Dimensiones de la Seguridad.-
Seguridad
Militar: concierne a la interrelación de doble nivel que existe entre la
ofensiva armada y las capacidades defensivas de los estados, y las percepciones
que estos tienen acerca de las intenciones de otros.
Seguridad
Política: relativo a la estabilidad organizacional de los estados, sistemas
de gobierno, y las ideologías que les dan legitimidad. Se define como la
confianza en el conjunto de instituciones y medidas de gobierno cuya finalidad
es asegurar el orden público, tanto nacional como internacional.
Seguridad
Económica: atinente al acceso a los recursos, finanzas y mercados
necesarios para sostener niveles aceptables de bienestar y poder estatal. La
Oficina Internacional del Trabajo presentó un estudio en el año 2004, donde
dejó sentado que la seguridad
económica promueve el bienestar
personal, la felicidad y la tolerancia, además de ser beneficiosa para el
crecimiento y desarrollo de los países.[2]
Seguridad
Social: referente a la habilidad de las sociedades para reproducir sus
patrones tradicionales de idioma, cultura, asociación, e identidad y costumbre
nacional y religiosa dentro de condiciones aceptables para su evolución. Pero
también debemos verla en el ámbito de su aplicación a las personas, y en ese
sentido La Organización Mundial del Trabajo la ha definido como: “La protección que la sociedad proporciona a sus miembros, mediante una serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo, o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte; y también la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las familias con hijos".
Seguridad Humana: La Comisión de
Seguridad Humana, creada por la Asamblea General de la ONU en enero de 2001, ha
definido la Seguridad Humano como: “Protección
del núcleo vital de todas las vidas humanas de forma que se mejoren las libertades
humanas y la realización de las personas. La Seguridad Humana significa
proteger las libertades fundamentales, aquellas libertades que son la esencia
de la vida. Significa proteger a las personas de situaciones y amenazas
críticas y más presentes. Significa utilizar procesos que se basen en las fortalezas y aspiraciones de las
personas. Significa crear sistemas políticos, sociales, mediambientales,
económicos, militares y culturales que, de forma conjunta, aporten a las
personas los fundamentos para la supervivencia, el sustento y la dignidad”.
Amenazas:
Se distinguen las Amenazas Tradicionales de las anteriormente citadas Nuevas
Amenazas. Las primeras son las amenazas heredadas de la Guerra Fría. Pero
veamos como han sido definidas: “Son
actividades o situaciones que implican o conllevan riesgos de daños, trastornos
y efectos nocivos para la Seguridad en uno o más campos de la actividad
nacional”(R. Porras). En el proyecto de Ley de Seguridad y Defensa de la República
Dominicana (inédita), se define a la amenaza como: “Cualquier acción o circunstancia, real o potencial, interna o externa
que en un momento dado pueda poner en peligro el logro de los objetivos
nacionales.”[3] Agrega Porras: Son provocadas, ejecutadas o causadas por opositores, adversarios o
enemigos del Estado, internos o externos.
Nuevas Amenazas: Emanadas post-Guerra
Fría. Este período se caracteriza por la reaparición de antiguos conflictos
étnicos, raciales, religiosos y territoriales; que antes eran sofocados por la
disciplina impuesta por los bloques y, consiguientemente, se presenta el
estallido de guerras regionales e internas. Comienza entonces el uso
indiscriminado de la fuerza por parte de los Estados más poderosos para
conseguir sus objetivos geopolíticos,
reconfigurados con el objetivo de llenar el vacío de poder que dejó la ex Unión
Soviética. Hay un hecho que le da el punto de partida al concepto conocido como
nuevas amenazas y es la Declaración de Bridgetown, que adoptara la Asamblea
General de la OEA en junio del 2002 donde se reconocen tres grupos de amenazas:
Las Amenazas relacionadas con la seguridad convencional o defensa clásica, las
relativas al empleo de fuerzas militares en sentido tradicional de defensa
contra la agresión externa de un Estado, y la proliferación de armas de
destrucción masiva, entre otras.
Las amenazas a la seguridad afectan
de forma importante los niveles de seguridad de los estados. Su tratamiento es
a través del fortalecimiento de la democracia, de la gobernabilidad y del
desarrollo económico y social. Como ejemplo: la pobreza extrema, la
inestabilidad económica, la fragilidad de los gobiernos democráticos, los
abusos contra los Derechos Humanos, las enfermedades endémicas, los desastres
naturales, entre otros. Hasta los ataques del 11 de septiembre el sistema de
seguridad se estuvo construyendo fundamentalmente contra los barbaros del
exterior. Que no tenían nombre. Las Nuevas Amenazas comenzaron a crecer en
importancia. A partir del ataque a las Torres Gemelas, se definió al terrorismo
como al nuevo enemigo, que al menos en la agenda estadounidense abarca
fenómenos tan diversos como el crimen organizado y el narcotráfico.[4]
Se ha llegado a la siguiente
clasificación de las nuevas amenazas a la seguridad:
- Primer Grupo: el terrorismo, la delincuencia
transnacional organizada, el tráfico mundial de drogas ilícitas, la
corrupción, el tráfico ilícito de armas, el lavado de activos y las
conexiones entre ellos.
- Segundo Grupo: la pobreza extrema y la exclusión
social de amplios sectores de la población.
- Tercer Grupo: los desastres naturales y los de
origen humano. El VIH/SIDA y otros riesgos a la salud y el deterioro del
Medio Ambiente.
- Cuarto Grupo: la trata de personas.
- Quinto Grupo: los ataques a la Seguridad
Cibernética.
- Sexto Grupo: la posibilidad de daños en caso de
accidente o incidente durante el transporte marítimo de materiales
potencialmente peligrosos, incluidos el petróleo, material radioactivo y
desechos tóxicos; y
- Séptimo grupo: la posibilidad del acceso,
posesión y uso de armas de destrucción masiva y sus medios vectores, por
organizaciones terroristas.[5]
Riesgos: Existe
un documento inédito de la antes llamada Secretaría de Estado de las Fuerzas
Armadas, del año 2007, en el que se define el riesgo como: “una situación que contiene los elementos
necesarios para generar amenazas latentes (escondidas, que no se manifiestan
exteriormente, ocultas), teniendo como su factor causal las vulnerabilidades
que se padecen y que pueden hacer más
grande el daño en caso de concretizarse las mismas, o la existencia de la voluntad
por parte de grupos extremistas para que ello suceda, existiendo la sospecha o
por lo menos la incertidumbre de su posible materialización.
La mencionada estrategia identifica los principales riesgos para las Fuerzas Armadas en el orden siguiente:
· Pobreza material y moral
·
La creación de espacios vacíos, urbanos y
rurales donde la autoridad no pueda ejercer sus funciones, controlar ni
establecer el orden.
·
Incendios en la Cordillera Central en el
nacimiento de los principales ríos del país.
·
La indisciplina de los hombres de armas y su
contubernio con el crimen organizado.
·
Distorsiones en el sistema de mando y control
militar y organismos de seguridad pública.
·
Deficiencias en la organización y listeza
operacional de la fuerza militar y organismos de seguridad pública.
·
La falta de una visión compartida, de valores
institucionales y personales y de una conciencia de seguridad y defensa, tanto
a lo interno como a lo externo de las Fuerzas Armadas y organismos de seguridad
pública.
·
Tráfico de químicos, precursores, armas biológicas
y de destrucción masiva.
Hasta aquí dejamos por hoy nuestra serie de artículos Por
Una Cultura de Defensa. Mas adelante continuaremos con algunas
conceptualizaciones sobre la Defensa Nacional.
Hasta
luego……
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