Invasión, es el término que usaremos
para identificar la Operación Power Pack, que fue el nombre dado por los
planificadores estratégicos a la
maniobra militar puesta en ejecución para invadir la República Dominicana el 28
de abril de 1965.
El
29 de abril, pero de 1963, se había promulgado en Santo Domingo la Constitución
que según gran parte del pueblo, incluidos juristas, versados, y legos; ha sido
una de las más progresistas que ha tenido la República.
Esta
moderna Constitución fue impulsada por el Profesor Juan Bosch que había
regresado de su exilio y ganado las primeras elecciones democráticas luego de
ajusticiado el Dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina. Bosch, era visto con
ojeriza por los norteamericanos y las fuerzas remanentes del régimen recién
decapitado, debido a su orientación izquierdista. Se sumaban a estas fuerzas
adversas, una gran parte de los militares de la época, de la oligarquía, y de
la cabeza eclesiástica. Es así como, parte de los disgustados con las nuevas
ejecutorias de este gobierno, en conjunto, traman y ponen en ejecución un golpe
de estado, que termina con la imposición de un gobierno provisional compuesto
por un triunvirato civil.
A
partir de entonces en todo el territorio nacional comienza a vivirse un clima
de gran inestabilidad política por las disputas entre los rebeldes pro Bosch
contra los pro golpistas y el sector militar de San Isidro. Estos hechos
originan la guerra civil que se conoce como La Revolución de Abril de 1965.
Los
hechos son historia, ahora nos concierne recordar los acontecimientos que
marcan la invasión norteamericana y el papel jugado por la Organización de
Estados Americanos (OEA), viniendo a cuento en ocasión de “la compensación” que a pedido del Presidente de la República,
Licenciado Danilo Medina, fuera aprobada a unanimidad, en el escenario del
Cuadragésimo Sexto Período de Sesiones del organismo, celebrado en la capital
dominicana. Al Presidente Medina le queda el lauro (independientemente del
móvil) de haber sacado la cara por nuestro
país, al solicitar y obtener el reconocimiento del organismo internacional de
que República Dominicana, con su anuencia y patrocinio, fue victima de una
agresión flagrante y abusadora a su soberanía.
La Junta
Militar del sector de San Isidro, el día 28 de Abril solicita la intervención
militar de los Estados Unidos, alertando sobre un posible triunfo de “los comunistas” . Esto no puede haber
sido más que una treta planificada que sería excusa para llevar a cabo la
invasión, pues de manera increíblemente rápida, ese mismo día se encontraba ya
desembarcando en Santo Domingo el primer grupo de 42 mil marines
estadounidenses encabezando las tropas de invasión, una fuerza que no se toma
horas para conformarla. Se llegó más lejos, y, al Coronel Benoit, que
encabezaba la mencionada Junta Militar, se le hizo rectificar la solicitud
anterior, esta vez informando el peligro que corrían los ciudadanos estadounidenses
en el país, lo que sería tomado como justificación para la acción bélica. Qué
nos deja entrever esto? Pues que la invasión es ideada y liderada por los
Estados Unidos de Norteamérica y nadie más.
¿Cuando
y cómo entra al escenario la OEA? La respuesta, para entonces, estaba al
discernimiento y vista de la mayoría de los países latinoamericanos y del
mundo, pues la gran Comunidad Internacional reprobaba tales acciones. Por esto,
a solicitud de los Estados Unidos se conforma en la OEA (ya con las fuerzas
invasoras en Santo Domingo) una llamada “Fuerza
Interamericana de Paz”, que sólo agregaba a las tropas estadounidenses unos
pocos soldados de cada uno de los países
que aprobaron tal solicitud. Como se puede advertir, se buscaba dar “legalidad”
a la acción en contra de la soberanía dominicana.
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